sábado, 25 de octubre de 2008

El Manchester United cede ante el Everton (1-1)


Everton-Manchester United (1-1)

Una racha sin precedentes

113 partidos con una sola derrota son el mejor bálsamo para acudir confiado a Goodison, un estadio talismán para el United que suele encontrar su mejor versión en suelo Toffee. Para los de Mersey no existe rival más incómodo y quitarse esa espina que dura décadas es, desde luego, una asignatura pendiente que tenía que mitigarse cuanto antes. Además, esta visita tenía muchísimos detalles que analizar. Desde el regreso de Rooney a su infancia al reencuentro de los Howard, Saha o Phil Neville con su pasado ‘devil’.

David Moyes intentaba reaccionar ante la mala dinámica actual de su equipo con un once muy ofensivo donde la búsqueda de un destructor seguía siendo su principal problema. Para encontrarlo, rotaba posiciones constantemente entre Arteta, Fellaini y Osman, sin que ninguno pudiera ‘secar’ a un estupendo Giggs. El galés, en mitad de campo, mantiene un toque fino y fue la estrella de su equipo pese a ocupar la plaza de los lesionados Scholes, Hargreaves o Carrick. Park, Brown o Fletcher, reflejaban las maniobras de Ferguson por aprovechar su plantilla al máximo. Eso sí, Tévez de nuevo suplente.

El ‘fondo de armario’ del United

Si algo tiene Sir Alex es, desde luego, capacidad para reconvertir jugadores a su antojo. El experimento Giggs-Fletcher en mitad de campo, con las incursiones de Park y Cristiano, liquidó por completo las ofensivas de un Everton incapaz de hacer llegar con sentido la pelota a sus puntas. Yakubu y Saha terminaban una y otra vez desesperados cayendo a posiciones retrasadas.

Y es que el United se fraguaba con una facilidad tremenda sus ocasiones de gol. Constantes pases cortos, llegadas por ambas bandas, profundidad, apoyos masivos. Todo ello traducido a lo grande con un cabezazo de Vidic que sacó formidablemente Howard, un remate de Giggs con mucha intención, una vaselina de Berbatov… demasiadas llegadas.

Así, entre tanto trabajo para la zaga local, un pase perfecto de Giggs ante la entrada por el centro de Fletcher, terminó con el escocés regateando a Lescott y batiendo al meta con su zurda. Demasiada comodidad para un equipo con muchísimas alternativas y que estaba perfectamente engrasado sobre la lluvia de Liverpool.

Pundonor Toffee con premio

Sin embargo todo cambió en la reanudación. Con una actitud mucho más aguerrida, enérgica y motivada, el Everton dio un paso adelante y cerró las fuentes de su rival, que se aisló en torno a su defensa y terminó cediendo. Esa nueva cara de los locales, encontró premio producto del físico y de la potencia, la que protagonizó Fellaini con un testarazo que sorprendió a todos. Un centro desde banda derecha que el belga conectó por delante de Vidic para dar mucha ‘vida’ al tramo final.

El choque se volvió mucho más alocado, con constantes cambios de golpes entre ambos donde Yakubu mandó un remate al poste tras un fallo estrepitoso de Ferdinand. El campeón estaba tan ‘tocado’ que pese a los cambios de Ferguson buscando renovar su ataque, sólo las contras le dieron esperanza. En una de ellas, Jagielka salvó el gol de Cristiano cuando el luso remataba una arrancada con su pierna izquierda.

Las opciones finales no trastocaron el dulce punto que sumó un Everton capaz de romper un partido que el United tenía más que encarrilado. Paso atrás de los ‘devils’, que quedan quizás demasiado alejados de los líderes.

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