l final ha sucedido lo que todo el madridismo temía. Los tres miembros del Comité de Competición no han tenido piedad de Cristiano Ronaldo y le han impuesto un castigo desproporcionado por su codazo a Mtiliga. El Real Madrid se queda sin el concurso del crack portugués tanto en Riazor como en la visita del Espanyol al Bernabéu.
El hecho de que el Comité no contemplase que hubiese agresión por parte del jugador madridista no ha servido para rebajar la sanción. El tribunal de primera instancia de la RFEF entiende que la acción es un lance del juego en el que CR9 sólo trata de zafarse de un contrario. Una explicación un tanto incongruente teniendo en cuenta la resolución final. Sobre todo si observamos que le han aplicado el artículo 115 del Código Disciplinario, en el que se especifica que el luso "empleó juego peligroso que mermó las condiciones físicas del contrario". Tampoco ha servido que Pérez Lasa realizase una "descripción insuficiente de la jugada". Nada parece haber servido como atenuante para Cristiano.
A pesar de tener en su poder jugadas similares resueltas con un solo partido de sanción -e incluso alguna que quedó impune- los tres jueces no han contemplado la posibilidad de aplicar el mismo baremo a Cristiano, haciendo oídos sordos a las alegaciones presentadas por el club blanco. Alfredo Flórez, Miguel Cardenal y Enrique Arnaldo acordaron también sancionar a Cristiano Ronaldo con una multa de 600 euros y al Real Madrid con otra de 180 euros -30 más que la sanción impuesta al Atlético por el objeto lanzado en el Calderón contra Pellegrini-, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 52 del Código Disciplinario de la RFEF. En definitiva, un castigo que parece desmesurado. Sobre todo, teniendo en cuenta los antecedentes de esta misma campaña. Al final, no todos parecen iguales ante la justicia futbolística.
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