Después del pitazo final que selló la derrota de su equipo, el Manchester United, ante el Liverpool (2-1), imaginamos que el técnico Alex Ferguson se fue mascullando a los vestuarios en busca de una información vital entre sus papeles.
Quizás llegó al escritorio donde había dejado sus carpetas, en algún rincón del estadio de Anfield, y finalmente levantó a la luz la hoja que buscaba con anhelo.
Un informe médico que señalaba claro y legible: 21 de septiembre de 2008. Fecha de regreso a las canchas de la liga Premier de Cristiano Ronaldo.
¿Qué tan importante es el portugués en las aspiraciones del Manchester United?
El equipo se encuentra en la décimo cuarta casilla de la tabla, más cerca del descenso que de los puestos de Liga de Campeones.
Seguramente necesita, y con urgencia, la presencia del atacante que anotó alrededor de 40% de los 80 goles que lo ayudaron a titularse en la campaña pasada.
La labor del portugués fue clave tanto por su aporte individual en la cancha, como por la manera en que permitió a sus compañeros desarrollar su mejor juego.
En no pocas ocasiones el desequilibrio de Ronaldo abría espacios en la defensa contraria por donde se colaban Carlos Tévez o Wayne Rooney, sin restarle mérito alguno a las labores de estos últimos.
Ahora, con una victoria en tres partidos y apenas cuatro puntos, el Manchester United vuelve a encontrarse en una posición similar a la que estaba en septiembre de 2007.
Y el debut en liga de Ronaldo en esta temporada -que se prevé será el próximo fin de semana- no puede llegar en mejor momento.
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